11-04-2017
No sé cómo resolver la situación de un compañero que en el WhatsApp del laburo me manda a las 20:17 hs de un viernes "Podrás tener el informe que charlamos para el martes? [carita de preocupación con gotita]". Porque si es un mail me siento con total libertad de ignorarlo hasta el lunes a la mañana, pero siendo un WhatsApp y con la maldita tilde azul que delata que sí lo leí, me siento medio asqueroso o mal compañero no respondiendo. A pesar de que sé que no corresponde ese mensaje a esa hora de ese día.
Un beso,
El economista culposo, 32
Querido culposo:
No sé bien cuándo fue que WhatsApp se convirtió en un espacio laboral, pero ya no parece tener vuelta atrás el asunto (todavía no parece haber pasado tanto con el chat de Facebook: crucemos los dedos). Lo primero que te voy a decir: ¡desactivá la tilde azul! Se puede hacer entre las opciones de WhatsApp: lo único, tenés que resignarte a que vos tampoco vas a ver las tildes azules de los demás. Yo no soy militante de una opción ni de la otra: en algunos casos es práctico tenerla activada (te ahorrás muchos "ok besos") pero en el tuyo me parece que claramente tiene más desventajas que ventajas.
Igual, si no, vamos a la segunda opción: él no puede confrontarte a vos por no contestar un mensaje laboral un domingo (ponés que sos economista así que supongo que no atendés una guardia de hospital pediátrico: el Powerpoint puede esperar), así que lo que yo haría sería instalar el hábito de la no respuesta. Él no se va a animar a decirte nada, pero si te dice algo aprovechás para explicarle que salvo que haya un incendio que apagar vos los fines de semana no existís. La culpa guardala para las cosas importantes: es un sentimiento con mala prensa en estos tiempos (se lo vincula con la represión o la pacatería) pero es muy valioso para identificar cuando de verdad estás haciéndole mal a otro. La clave es administrarlo bien y no alimentarlo con neurosis o moralina. Es más, te digo algo: le estás haciendo un favor a tu amigo. A ver si él también aprende a vivir la vida sin informes de domingo a la madrugada.