26-07-2019
Julián de Diego, uno de los máximos referentes en temas de legislación laboral y relación entre empresas y sindicatos, no tiene dudas: más allá de las diferencias políticas e ideológicas, la reforma del marco legal será inexorable por un motivo muy sencillo: el cambio tecnológico llevó a las normas actuales sean casi inaplicables.
A su entender, la legislación argentina necesita un marco regulatorio ya que está prevista para un “modelo que desapareció en la década del ’60”.
Entre sus antecedentes se destaca haber sido vicepresidente del Departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina, entre 2002 y 2005. Además es investigador de numerosos temas laborales individuales y colectivos, y de la seguridad social, contratado por el Banco Mundial, la OIT y las Naciones Unidas.
El siguiente es el resumen de su diálogo con iProfesional:
-¿Cómo ve hoy la situación laboral argentina?
-El escenario laboral sigue siendo muy complicado, en el sentido que a pesar que se suele decir en los medios que podemos estar viviendo un rebote tras tocar un piso, en lo que es la realidad de todos los días sigue habiendo una buena cantidad de despidos, desvinculaciones y cierres, tanto en empresas grandes y medianas como en los pequeños establecimientos. Está clarísimo que no ha llegado la reacción en la economía.
-¿En qué áreas observa la mayor parte de la crisis?
-Creo que la mayor parte de la crisis está en el sector industrial y afecta en menor medida al área de servicios. Lo que sí está muy afectado es el deterioro de la economía interna del país, que sigue cayendo todos los meses, en especial la comercial. Además hay un costo financiero muy alto. Por lo tanto, mientras los intereses estén a esta gran altura y la inflación siga golpeando el nivel de actividad, ésta va a seguir cayendo. Y lamentablemente va a redundar en el empleo, donde se han perdido alrededor de 240.000 empleos en los últimos 12 meses. Esa caída continúa pero con menos intensidad, y probablemente ya estemos en más del 11