09-11-2018
Encontrar financiación para un emprendimiento es una tarea con muchas incertidumbres. Incluso los hombres y mujeres con larga experiencia en el mundo de los negocios, en ocasiones de topan con barreras y dificultades para dar con el mecanismo de financiación adecuado. En esta nota de DonWeb.news compartimos algunos consejos a tener en cuenta para dar con la opción adecuada, valorar el asesoramiento y buscar alternativas.
Financiamiento: 3 aspectos a considerar
1 – La organización como bandera: La búsqueda nunca será exitosa si la empresa no está ordenada. En este sentido, es fundamental tener organizada la documentación ya que los organismos que ofrecen créditos siempre privilegian a quienes muestran orden y meticulosidad. Estos buenos hábitos deben ser mostrados “en los papeles”.
Al momento de concretar el préstamo también es fundamental que cada paso sea documentado (esto reducirá cualquier riesgo y ayudará en caso de litigios). En esta instancia también habrá que adecuar el presupuesto para incluir los pagos mensuales por el crédito solicitado.
2 – Análisis profundo: Nunca hay que acudir a préstamos cuando no se tiene en claro para qué se lo utilizará y cuáles son las metas que se procura alcanzar. Una vez que estos aspectos son evidentes y clarificados, es posible elegir el financiamiento más adecuado (en cantidad de dinero y en tiempo).
3 – Saber es poder: Los emprendedores (desde aquellos que hornean y venden tortas, hasta los que gestionan grandes compañías) en ocasiones creen que pueden arreglar todo por su cuenta. Sin embargo, acudir a expertos es siempre una buena idea. Y también lo es al momento de solicitar un préstamo. En este sentido, hay muchas entidades financieras que ofrecen asesoramiento respecto a esta acción: no sólo evalúan el negocio, también muestran las alternativas disponibles en el mercado. Otra buena opción es consultar a colegas o emprendedores que hayan solicitado préstamos.
4 alternativas a los mecanismos tradicionales: Bancos y entidades crediticias aparecen como las opciones más evidentes para financiar diversos proyectos. Pero hay más opciones que ayudan a evitar intereses y los trámites engorrosos. Veamos algunas.
1 – Adelantos: Algunos negocios tienen clientes que realizan pedidos de gran volumen. Cuando esto ocurre, en ocasiones es posible solicitar adelantos de dinero. Este capital puede ser utilizado para financiar nuevos proyectos en la empresa o afrontar determinados gastos, sin que sea necesario acudir a un préstamo clásico.
2 – Intercambiar servicios o “batering”: Esta metodología es habitual en muchas empresas. Se trata de una suerte de cambio de favores, un acuerdo mediante el cual uno presta un servicio a cambio de otro. Por ejemplo, una empresa de limpieza realiza tareas en una startup especializada en mantenimiento informático, a cambio de las reparaciones de los equipos que dispone. Las dos partes ganan, sin invertir dinero. Si bien ésta no es una forma de financiarse, sí es un modo de reducir costos y, acaso, evitar afrontar los créditos muchas veces pesados.
3 – El crowfunding: El financiamiento colectivo, desde hace mucho, ha dejado de ser un secreto. La metodología es sencilla: una empresa o particular presenta en una de las comunidades del rubro (algunas de ellas son Kickstarter e Indiegogo) una proyecto, en busca del apoyo de varios financistas particulares. En caso de que el proyecto se concrete, el dinero que éstos invierten se hace efectivo, y a cambio reciben una recompensa. Usualmente, un producto presentado a un costo inferior al de mercado.
4 – Aceleradoras e incubadoras: Si tienes una idea brillante entre manos, una buena idea es presentar el proyecto ante estas organizaciones. Usualmente impulsadas por compañías de peso o entidades gubernamentales, apoyan iniciativas de impacto social (aunque esto no es un requisito siempre), ofreciendo no sólo financiamiento sino apoyo y servicio de consultoría para llevar la idea a buen puerto.