22-05-2018
El CEO de Amazon, Jeff Bezos, –hoy el hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada en US$ 112 mil millones- explicó a sus accionistas que en Amazon solo hay dos tipos de posibilidades que tienen en mente a la hora de tomar decisiones.
Una es la de Tipo 1, esas decisiones de las que no se puede volver atrás y entonces hay que tomarse un largo tiempo antes de hacerlas.
Las de Tipo 2 son aquellas que uno toma como si de cruzar un umbral se tratará: si después no resulta, siempre se puede volver sobre los propios pasos.
El problema, según indicó Bezos en una carta anual a sus accionistas, es confundir una con otra. Dijo el multimillonario que, a medida que crecen las empresas, también crece la tendencia de creer que todas las decisiones son del primer tipo, inclusive las que son de Tipo 2. ¿El resultado? Una aversión al riesgo sin bases en la realidad, lentitud en la toma de decisiones e incapacidad de experimentar lo suficiente. Esto lleva a una paulatina pero segura caída en la inventiva.
“Hay que pelear contra esta tendencia”, subrayó Bezos. “La mentalidad cerrada, con un único proceso de toma de decisiones, es un error.” Sin embargo, el CEO de Amazon admitió en esta carta de 2016 que tomar decisiones del tipo 1 “a la ligera” es un error más grande. “La situación opuesta es menos interesante y hay allí un sesgo del superviviente. Cualquier empresa que use el proceso de toma de decisiones de tipo 2 para decidir sobre las tipo 1 va a desaparecer antes de lograr crecer lo suficiente.”
“Amazon es el mejor lugar en el mundo para equivocarse porque la empresa está dispuesta a tomar grandes riesgos a sabiendas de que el 90% va a fallar”, señaló Bezos en la misiva.
En este sentido, el profesor de la NYU Scott Galloway –en su libro “The Four: The Hidden DNA of Amazon, Apple, Facebook, and Google”- argumenta que Bezos se puede permitir tomar las decisiones de tipo 2, es decir, probar y desechar en caso de error, porque ha logrado construir una narrativa alrededor de la empresa en donde las ganancias tienen menos importancia que la innovación y el crecimiento.
Así explica Galloway, en una charla TED en la que cuenta cómo llegaron Amazon, Apple, Facebook y Google -"los cuatro jinetes" (así las llama)- a infiltrarse tanto en la vida actual en los seres humanos:
El multimillonario, además de su día a día en Amazon, tiene otras dos inversiones que ocupan su atención.
Una es la compañía de cohetes "descartables" que se llama Blue Origin y tiene domicilio en Cabo Cañaveral, Florida, EE.UU. Allí, la empresa creada por Bezos busca tener una flota de cohetes espaciales, al igual que Elon Musk con SpaceX, pero con un perfil más bajo.
De hecho, para el creador de Amazon, el trabajo que está realizando en Blue Origin es "el trabajo más importante" que está haciendo, según indicó durante la presentación de los Axel Springer Awards 2018 en Berlín durante el mes de abril.
En octubre del año pasado, ha probado con éxito por primera vez su motor principal. Conocido como el BE-4, se trata de la cuarta generación de los cohetes que fabrica Blue Origin.
El nuevo cohete levanta 250.000 kilogramos de empuje con un solo motor. Para comparar: el motor Merlin que utiliza los cohetes de SpaceX emiten 86.000 kilogramos de empuje y es por esto que esta compañía coloca nueve de ellos dentro de un cohete Falcon 9.
La otra inversión importante la hizo en el histórico diario The Washington Post. Lo compró en 2016 por US$ 250 millones. Si bien Bezos no se mete en la parte editorial, ha sido fundamental en la nueva dirección que inició el diario y que han intentado replicar en otros lugares del mundo. Cambio la App del diario y la versión mobile, y además se ocupó de desarrollar un nuevo software, Arc, para medir analíticas. Así, la suscripción digital se ha duplicado y el diario ha dado ganancias en los pasados dos años.