10-07-2017
La brecha salarial entre hombres y mujeres está presente en la mayoría de los empleos del planeta. No importa el área o la actividad, el hombre siempre sacará una pequeña ventaja, así lo marcan cientos de estudios.
Es en el trabajo justamente donde la problemática puede volverse real cuando los celos o las injusticias rodean al ambiente laboral. Es allí en donde la transparencia salarial puede fortalecer o perjudicar a un grupo de personas que comparten día a día el mismo espacio.
Dos estudios analizaron las ventajas de hacer públicos los salarios de los trabajadores y han descubierto que, a mayor transparencia, mayor productividad. La primera de las investigaciones, de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), determinó que conocer el sueldo de los demás hace que toda la oficina sepa qué pedirle y a quién. Los niveles de colaboración entre los participantes del estudio han aumentado por el hecho de que, si el otro gana más, será porque está más capacitado y, por tanto, podrá ayudarle en sus tareas.
Ganar menos o más que un compañero de trabajo puede generar diferentes sentimientos (iStock)
Todo se centra en la capacidad operativa, en donde eliminando el secretismo se fomentaría la productividad. Manteniendo esa discusión, un estudio de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) provocó la competencia provechosa.
Este informe reunión a más 2 mil voluntarios, los cuales fueron divididos en dos grupos: el primero solo sabía su salario, pero el segundo sabía cuánto cobraban los miembros del otro equipo. Así, los investigadores detectaron que, en este segundo caso, la capacidad de entrega y dedicación aumentó considerablemente, motivada por el deseo de obtener la remuneración de los otros.
Ambos estudios coinciden en que saber el salario ajeno mejora las relaciones (iStock)
Hablar de lo ganado o lo ahorrado es un tema que normalmente cuesta afrontarse en el ámbito laboral. Ganar más que el de al lado puede generar miradas y recelos. Ganar menos, poca consideración e invalidez por parte de los otros.
La investigación de Berkeley asegura que saber cuánto dinero percibe un compañero en el trabajo "debería tomarse como un reto sano, ni competitivo ni conflictivo; sino como un estímulo por crecer y llegar al nivel de los compañeros que, por sus capacidades, ganan más que nosotros".